Un polvo amarillo cae sobre la comida suiza
CC BY-SA 3.0
Casi en todas las cocinas suizas se encuentra un condimentero amarillo con tapa roja. El contenido es un polvo amarillo: Aromat, un condimento granulado que fue inventado por Walter Obrist para Knorr en 1952.
Knorr ya había lanzado, anteriormente, una serie de productos que eran de gran ayuda en la cocina diaria, como la sopa deshidratada de sobre o cubitos de caldo. Pero nada acertó tanto el gusto suizo como este producto. A diferencia de las especias normales que se agregan a los alimentos durante el proceso de cocción, Aromat se esparcía sobre la comida terminada. De repente, la comida sabia mucho mejor y con un gusto más intenso. El polvo amarillo convertía y convierte aun hoy cualquier plato soso en algo sabroso. Gracias a una estrategia de marketing, en 1953 Knorr consiguió en solo nueve meses que más del 80% de la población suiza conociese su nuevo producto. Regalando unos 30 000 organizadores de condimentos con un bote de Aromat, sal y pimienta a restaurantes y cantinas. Hoy en día, el organizador se complementa con el condimento líquido Maggi.
Pero, ¿qué hace la especia amarilla tan especial como para que hasta hoy en día se vendan en Suiza más de siete millones de botes de Aromat al año?
Se dice que Aromat es adictivo. Quien haya comenzado a condimentar platos con él, no podrá prescindir del mismo. Aromat se compone principalmente de sal, glutamato y las especias típicas de un asado. El glutamato es un potenciador del sabor que realza el sabor de los alimentos sin tener un sabor distintivo propio. El glutamato también es incoloro, a diferencia de la especia líquida inventada por Maggi en 1886, que colorea los platos de color marrón como la salsa de soja.
-Ana
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